“Jóvenes, abatid las barreras de la superficialidad y el miedo” (Juan Pablo II)

Vivimos en un mundo lleno de cosas hermosas para disfrutar de la mejor manera, pero también de algunas desagradables, nosotros somos los únicos responsables de nuestros actos y tenemos la suficiente capacidad para elegir entre lo bueno y lo malo, aunque muchas veces seamos inconscientes de ello, estamos en una etapa muy importante de la vida, donde cada una de nuestras acciones son determinantes para ir marcando nuestro futuro, la juventud  debe ser el momento para actuar con inteligencia, fortaleciendo siempre nuestros valores y principios, y no dejarnos llevar por tantas tentaciones que actualmente existen y que nos conducen por mal camino.

Estamos rodeados de muchos problemas sociales, económicos, políticos, etc… que nos sumerge a todos en un ambiente de intranquilidad y que nos afecta ya que toda esa Superficialidad es una realidad difícil pero no imposible de controlar, ejemplo de ello es la Prostitución, la violencia, la moda sin sentido y las drogas, que son aspectos de deterioro mundial, porque están involucrando a varios que no tuvieron el valor de desistir y cayeron a este profundo abismo. Es indispensable que nosotros como jóvenes empezando a vivir y siguiendo el consejo de personas que se interesan por el bien común como el Papa Juan Pablo II (Q.E.P.D), seamos capaces de derrotar esas barreras que obstaculizan la felicidad de todas las personas. Debemos asumir un compromiso para luchar contra las superficialidades del mundo, colocando nuestro granito de arena al ayudar a quien lo necesita, es tarea de todos entender y hacer entender a los demás que existe mucha maldad pero que está en nosotros el deber de decir NO a ello y educarnos para que el día de mañana podamos hacer a un lado esos obstáculos que se interponen en nuestro camino.

En busca de hacer realidad nuestros sueños e interesados en el bienestar de la humanidad es necesario dejar a un lado el miedo, que nos atemoriza ante la realidad del mundo, sabemos que existe el peligro y la crueldad pero hay que ser valientes y contribuir a que esto se acabe, tomar decisiones de una manera responsable y que no perjudique a nadie, muchas veces ese miedo de hacer o decir algo hace que nuestra opinión quede en la nada y debemos entender que nuestra opinión por humilde que sea es importante y puede ayudar en la construcción de un mundo mejor